8 - Nozarashi
NOZARASHI
(INTEMPERIE)
* capítulo 8 *
(INTEMPERIE)
* capítulo 8 *
Un juego de verano
en el jardín japonés.
(a Ricardo Rodríguez Ponte,
de cuyo apasionado trabajo
hallarán esquirlas desperdigadas
a lo largo de estos breves capítulos)
(RESUMEN DE LO ANTERIOR:
tras perderse en la pista de la campana,
él finalmente encuentra un hilo:
aquella frase recortada y pegada por Ce en el libro
que ella le dejara "a cambio" del pez que se llevó,
provenía de un texto de su propia biblioteca...)
provenía de un texto de su propia biblioteca...)
CAPÍTULO 8
"Lituraterre" es una palabra que no existe en francés. Es una sopa de letras imaginada por Lacan para nominar a esa caja de conejos con forma de escrito que publicó en la revista "Littérature" ("Literatura") en 1971.
Recuerdo que cuando lo leí por primera vez pensé: ¿y en qué te puede ayudar este laberinto onda Joyce cuando un paciente viene a contarte... qué sé yo... que está triste?. Pasó agua bajo el puente desde entonces. Y hoy estoy en uno de esos días en los que la tristeza me ladra.
"Lituraterre" tiene esa cosa que tanto me fascina de algunos objetos: hace suceder aquello de lo que habla. Como tanto de lo que Lacan escribiera después de la edición de sus "Escritos" en el 66', en la Argentina fue circulando por diversas vías no editoriales. Hace algunos años imprimí un archivo con la traducción de Ricardo Rodríguez Ponte y me la hice anillar.
Pero ayer descubrí en su página 16 un rectángulo vacío .
La tijera de la inexplicable Celina se llevó un pedazo de texto. Una parte de él es el que pegó en el libro que me dejó el día en que secuestró a Roberto: "lo que la pintura allí demuestra de su matrimonio con la letra".
Al ver la prolijidad del corte pensé que en el momento de su maldad Celina no debía estar enojada, y recordé aquellas ocasiones en que después de una batalla campal se volvía tan fría y distante como dispuesta a encontrar un puente en el que cruzarnos.
¿Pero por qué eligió este escrito?.
Primero aboné mi fe: lo prefirió por azar entre los que no eran libros; es decir que protegió mi biblioteca.
Pero después recordé que en "Lituraterre" Lacan habla de su segundo viaje a Japón y concluí que su elección difícilmente pudiera responder al azar.
Lo que no pude imaginar en ese momento fue cómo podía haber llegado ella a este escrito. Ce detesta a Lacan, "por burgués, por misógino y por decir pelotudeces apenas veladas por sus gárgaras". Hacía además un juego entre las gárgaras y Góngora que ahora no recuerdo. Como sea, conjeturé que debió haberle dado una leída antes de decidir el golpe de la tijera.
Me puse entonces a buscar en el texto alguna otra huella de su inquina. Me sorprendí al toparme con un dato que no recordaba: hacia el final de "Lituraterre" Lacan hace una referencia al bunraku, el teatro japonés con marionetas que ella decidió practicar a partir de la misma noche en que viéramos "Dolls" de Kitano.
Esta mañana volví a abrir "Lituraterre" y sucedió lo que a veces: después de perderse de sí mismos los ojos encuentran lo que ven.
Delante de mis narices estaba la razón del rectángulo cortado. "Lituraterre" es una palabra que no existe en francés. Es una sopa de letras imaginada por Lacan para nominar a esa caja de conejos con forma de escrito que publicó en la revista "Littérature" ("Literatura") en 1971.
Recuerdo que cuando lo leí por primera vez pensé: ¿y en qué te puede ayudar este laberinto onda Joyce cuando un paciente viene a contarte... qué sé yo... que está triste?. Pasó agua bajo el puente desde entonces. Y hoy estoy en uno de esos días en los que la tristeza me ladra.
"Lituraterre" tiene esa cosa que tanto me fascina de algunos objetos: hace suceder aquello de lo que habla. Como tanto de lo que Lacan escribiera después de la edición de sus "Escritos" en el 66', en la Argentina fue circulando por diversas vías no editoriales. Hace algunos años imprimí un archivo con la traducción de Ricardo Rodríguez Ponte y me la hice anillar.
Pero ayer descubrí en su página 16 un rectángulo vacío .
La tijera de la inexplicable Celina se llevó un pedazo de texto. Una parte de él es el que pegó en el libro que me dejó el día en que secuestró a Roberto: "lo que la pintura allí demuestra de su matrimonio con la letra".
¿Pero por qué eligió este escrito?.
Primero aboné mi fe: lo prefirió por azar entre los que no eran libros; es decir que protegió mi biblioteca.
Pero después recordé que en "Lituraterre" Lacan habla de su segundo viaje a Japón y concluí que su elección difícilmente pudiera responder al azar.
Lo que no pude imaginar en ese momento fue cómo podía haber llegado ella a este escrito. Ce detesta a Lacan, "por burgués, por misógino y por decir pelotudeces apenas veladas por sus gárgaras". Hacía además un juego entre las gárgaras y Góngora que ahora no recuerdo. Como sea, conjeturé que debió haberle dado una leída antes de decidir el golpe de la tijera.
Al apoyar la mutilada página 16, un texto de la siguiente quedó enmarcado por esa impensada ventana:
"Nota del traductor:
ruissellement es el hecho de ruisseler, "chorrear",
por lo que en primer lugar remite a "chorro",
a algo que fluye como arroyuelos (en francés: ruisseau), a algo que se me escurre.
En forma figurada remite al "tornasol", al "resplandor",
y por ello lo he vertido como "destello".
Pero en lo que sigue se tendrá en cuenta su parentesco primero
con la idea de agua que corre en hilos
o por surcos de trazado azaroso".
"Dolls", ya fue citado, fue dirigida por Takeshi Kitano.
Hay otra escena vinculada con el bunraku en el film "Elegía de Osaka" (1936) dirigido por Kenji Mizoguchi
y puede verse aquí
El traductor de la caja de conejos que resulta ser "Lituraterre" ("Lituratierra")
es el psicoanalista argentino Ricardo Rodríguez Ponte.
El resto de las obras son de Soya Asae, de quien se pueden ver secuencias de sus instalaciones aquí
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