14 - Nozarashi
Un juego de verano
en el jardín japonés.
(a Ricardo Rodríguez Ponte,
de cuyo apasionado trabajo
hallarán esquirlas desperdigadas
a lo largo de estos breves capítulos)
en el jardín japonés.
(a Ricardo Rodríguez Ponte,
de cuyo apasionado trabajo
hallarán esquirlas desperdigadas
a lo largo de estos breves capítulos)
CAPÍTULO 14
¿Qué se habrán respondido los participantes del seminario, mientras se pasaban de mano en mano los dos ejemplares de la misma frase sobre el Hai Tang, cuando Lacan les preguntó por qué era posible afirmar que una de esas escrituras era lo mismo que la otra?.
Por qué, si allí nadie sabía leer el significado de esos ideogramas.
Por qué, si al comparar las dos escrituras, la realizada con lápiz pluma y la que un Lacan aprendiz ejecutara con pincel, se podía observar que entre ambas, a pesar de las apariencias, había tantas diferencias en el grosor del trazo, en la precisión, en la intensidad...
Lacan rápidamente descartó la respuesta más obvia: "es que más allá de las diferencias inevitables ambas escrituras tienen rasgos esenciales en común". Entonces, ¿con qué otro argumento podríamos afirmar que son los mismos siete caracteres?...
Me distraigo. Es que se me acaba de pasar por la cabeza aquella campana del sueño y su "pas mundial". Lo curioso es que ahora recuerdo algo más: un niño, japonés pero de ojos tan redondos, se acercaba y señalando el enorme palo horizontal con el que se hace tañir a estas campanas, me decía en perfecto castellano: "¿cebás?".
Me distraigo. Es que se me acaba de pasar por la cabeza aquella campana del sueño y su "pas mundial". Lo curioso es que ahora recuerdo algo más: un niño, japonés pero de ojos tan redondos, se acercaba y señalando el enorme palo horizontal con el que se hace tañir a estas campanas, me decía en perfecto castellano: "¿cebás?".
¡Y cómo es el cuerpo!. En este revoltijo que me asalta el estómago y no me deja terminar mi té acaba de retornar un detalle tan incómodo de aquel hombre, aquel tipo que me abordara en la mañana en que yo estaba sacando fotos al pie del campanario...
Yo debiera aprovechar mis vacaciones de docente para estar buscando trabajo. Hay algo de la casa de té del jardín japonés que me fascina. El problema es que acompañan las infusiones con unas masitas incomibles.
Las imágenes y el video evocan la práctica del shodo, el arte de la caligrafía japonesa.
En el video, la performance pertenece a Kotaro Hachinohe.
La referencia a Lacan sigue siendo a la reunión del 6/12/61 en el marco de su seminario IX, "La identificación".
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