EL DETALLE DE LA PÁGINA 50
DEL "CASO JUANITO" DE FREUD
QUE LO CAMBIA TODO
PAPÁ: ¿Y ahí fue donde pescaste la tontería? (el modo con el que Juanito nombraba a su fobia)
JUAN: Porque ellos siempre decían 'por causa del caballo' y 'por causa del caballo' (acentúa el 'por causa de' (wegen)), y yo tal vez porque ellos dijeron tanto 'por causa del caballo', quizás me pesqué la tontería
(aquí Freud inserta una llamada a pie de la página 50 del volumen X de Amorrortu que es clave para la lectura que Lacan hará del caso)
En esa llamada Lacan encuentra la puerta para zafar de la selva de imágenes hechas fantasías en las que el modo de pensar el psicoanálisis por parte de la gran Melanie Klein podría dejarnos presos. En esa proliferación de imágenes quedamos condenados a una traducción interminable: ahora el "caballo" es el padre, ahora es la madre, ahora es...
LA LLAMADA
Dice Freud en ese pie de la página 50:
"Hans no quiere afirmar que haya contraído la tontería en esa época, sino en conexión con ello (...) Y además yo completo por el niño lo que él no sabe decir: que la palabrita "wegen" {"por causa de"} ha allando el camino a la extensión de la fobia del caballo al "wagen" {"carrauje"} (o como Hans está habituado a escuchar y pronunciar: "wägen"). {La "ä" suena como "e"}. Nunca se debe olvidar cuánto más que el adulto trata el niño las palabras como si fueran cosas del mundo, y cuán sustantivas son entonces para él las homofonías entre ellas" (el subrayado es una intromisión de mi parte)
En ese "tratar las palabras como si fueran cosas del mundo" está la clave para ubicar que el objeto fóbico no está en el campo tridimensional. Que el objeto fóbico está en la bidimensión. Ningún caballo del mundo explicará lo que está en juego. Pero claro, tendremos que explicarlo en el taller.
Y aún algo más: a ese objeto fóbico lo postularemos constituido no metonímicamente sino con una metonimia. Sí, también tendremos que explicarlo.
Para todas esos desarrollos necesitaremos evocar que en la lectura que durante su seminario IV Lacan realizara del "caso Hans (Juanito)" la escritura de las fórmulas de la metonimia y la metáfora son cruciales.
A partir de ellas mostraremos un movimiento lógico que Lacan lee en el discurso de Juanito, que va de la metonimia a la metáfora.
De modo que a esta fórmula que habitualmente la leemos "la función significante {f ( ) S} de la conexión de un significante con otro significante en la diacronía, es congruente con la resistencia de la barra a la significación, produciendo un menos de sentido"...
...en el discurso de Juanito podríamos leerla así "la función significante de la conexión de "wegen" con "wägen" en la diacronía de los dichos del pibe es congruente con la resistencia de la barra a la significación (o sea: con que hay algo en lo que nombra que no logra atrapar plenamente lo que pretende), produciendo un menos de sentido". Y en ese "menos de sentido" tendremos la puerta para salir del mundo de las cosas (que si el carro, que si el caballo, que si el enganche...) para pasar a la instancia de la letra donde es posible la cura analítica.
Veremos además que la metonimia dará lugar a que opere la metáfora, que Lacan escribe así:
Y que habitualmente leemos como "la función significante {f ( ) S} de la sustitución del significante por otro significante en la sincronía, es congruente con el atravesamiento de la barra que separa el significante del significado, produciendo un plus de sentido"...
...Lo cual en el discurso de Juanito escribe lo siguiente: "la función significante de la sustitución de 'morder a mamá como satisfacción impotente' por 'caballo' en la sincronía, es congruente con el atravesamiento de la barra que separa el significante del significado, produciendo un plus de sentido". Plus de sentido que producirá, al fin, una localización. Ese localizar será lo que saca del naufragio angustiante a Juanito: se trata de 'caballo' (claro: sólo que 'caballo' es una palabra-tratada-como-cosa, lo que no nos autoriza a confundirnos con el mundo de las cosas donde hay esos bichos de cuatro patas y pene grande como el que debe tener papá y bla, bla...).
LEER LA LETRA... O MIRAR EL PISO
Luego nos podríamos proponer poner a jugar esta lógica en un ejercicio de lectura del discurso de Karla en la película "La caza" de Vinterberg.
Claro, tendremos que hacerlo paso a paso para que esto no sea un mero bla, bla lacanioso que no sirve para nada.
Vénganse los jueves de septiembre al "CENTRO DOS" y allí jugamos. Porque psicoanálisis hay uno solo, y se practica con niños, con adolescentes o con adultos.
Guillermo Cabado
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