Friday, August 14, 2009

2da entrega de "NO PIERDAS DE VISTA EL CUADRO"


"No pierdas de vista el cuadro"
(segunda parte)




Los planteos aquí realizados no son sin el diálogo mantenido
con algunos cuestionamientos que Lacan se hiciera
en sus seminarios
VII y XI.

En ese diálogo una y otra vez me pregunté:

¿qué lo llevó a buscar, y qué buscaba, en ese cuadro?.

Mi apuesta aquí es, otra vez,

seguir pensando al calor de los problemas cotidianos del consultorio (1).




Parados frente a "Los embajadores", en la National Gallery.
Ahí estábamos la última vez.

La mujer vestida de naranja (en la foto junto al cuadro) dice:
"parecen reales;
de no ser por las ropas, bien podrían ser unos de nosotros".

Entonces el guía aporta:
"Holbein tenía esa capacidad pictórica
que facilita
que a los ojos de alguien



un par de hombres pintados en una tela,
(un plano de dos dimensiones
)
se mimeticen con el medio ambiente

al punto de hacernos sentir
que entramos en
el mundo de los hechos,
(la tridimensión del
mundo de las cosas).


(clic en el video)
(Holbein pintando a Enrique VIII y Catalina de Aragón, según la serie de TV "Los Tudors")


El guía nos aporta sobre las técnicas de Holbein...



Nuestro ojo a su vez se posa en "Los embajadores":
a más información sobre el objeto en cuestión...


... mejor posicionados para entenderlo.

El órgano y el sujeto del conocimiento retozan felices (2).



Mientras tanto, imperceptible, nos sucede un clásico fenómeno ilusionista.

El mismo que acontece a cada rato en la vida cotidiana,
cuando alguien nos habla
y hablando nos pinta los hechos que le incumben...


Veamos:
¿qué está haciendo nuestro ojo frente al cuadro? (3)



Nuestro órgano hace foco.

Pero también atraviesa (4).

Ha atravesado, sin "darse cuenta", la superficie de la tela.

Acaso con el apetito abierto por la elocuencia de lo que ella muestra.
Pero, por sobre todo, encendido/enceguecido.

Encendido por esa cualidad del conocimiento que hace que yo crea que las cosas me.

Las cosas me están dirigidas.

Me están hechas a medida.

A la medida de mi capacidad de conocer.

Para el sujeto del conocimiento,
(cuando está "activado"....
tantas otras veces lo que le llega, simplemente le resulta indiferente)

las cosas son a sus entendederas,
lo que la uña a la carne
o el culo al calzón.

Y la representación de las cosas
una suerte de enlace neutro.
Servicial.



Se trata aquí, vía enlace o "link",

de una relación

punto a punto
. <-> .

entre a y b

a) las cosas
 <-> 

<->b) mi entendimiento (5)




Así sucede el pase de manos típico de los ilusionistas:

imperceptiblemente,
de la representación volamos al mundo de los hechos representados.


clic en el video (hay un par de fundidos a negro pero continúa)




Ilusionismo inadvertido de todos los días:

nos hemos metidos de lleno,
sin aviso previo,
en la tridimensión de los hechos que la pintura evoca.
(¡el problema, ya lo veremos, es cuando esto sucede en el consultorio!)

Pero ese pase mágico...

¿es mérito de la técnica del pintor y sus trucos de mímesis?


¿Acaso no me sucede lo mismo cuando un paciente,
sin técnica alguna y a veces hasta tartamudeando,
me cuenta/me pinta su pelea en la calle
y al escucharlo
yo me transporto al lugar de los hechos?.

En definitiva, ¡ojo!:¿cuál es el resorte que causa tal mímesis?
(6).

¿El dominio de una técnica para representar fielmente las cosas?...


(detalle del ala de una mariposa búho)

¿O un punto fascinante en lo dado a ver,
que nos encandila

al punto de hacer desaparecer ante nuestros ojos
que allí no se trata sino de representación?.

¿El resorte está en lo que se pinta o en qué se hace al pintar?.


¿Está en lo que se dice o en qué se hace al decir?.



Volveremos a dejar por un rato la National Gallery.

Ha sonado el timbre del consultorio.

Un hombre enfurecido espera que le abramos.

Hasta entonces.
Con lo que será la tercera parte de este recorrido.


Guillermo Cabado



(1) Para más datos sobre tal diálogo, mis notas en "Rastreo de cómo aparece el cuadro en las clases del seminario VII de Lacan" ver mi trabajo producido para la Fundación Lacantonal. En particular conviene no perder de vista en qué se interesa Lacan antes de empezar a hablar de "Los embajadores": el caso de una mujer con una curiosa relación con el pintar.

(2)
En este punto, dos precisiones:
1) no hay en este planteo ninguna propuesta de cómo se debe o no se debe mirar un cuadro.
2) el sujeto del conocimiento no es opuesto al "sujeto espontáneo" o al "sujeto contemplativo que se deja sentir por el objeto artístico". No se trata aquí del divulgado "inteligencia racional" vs "inteligencia emocional". El sujeto del conocimiento bien puede ser "el sujeto espontáneo que se-deja-fluir-e-inundar-por-el-objeto-artístico-contemplado". En otra ocasión acaso retome estos asuntos al calor de una deliciosa película con trampitas: "Amelie" (clic), esa chica Renoir.


(3) A esa suerte de parque de diversiones que resulta ser la siembra de pistas a través de libros, cuadros y poemas que hace Lacan en sus clases, convendrá agregar aún otra pista: "Entre Bataille y Lacan. Ensayo sobre el ojo, golosina caníbal" (clic) de José Assandri. Allí una serie de referencias de intertexto con el seminario XI de Lacan, no explicitadas en el mismo.

(4) Y cuando atraviesa seguramente ya no estamos en el campo del órgano de la visión, sino en una cuestión de rectas que se trazan imaginariamente en el espacio. Un campo en el que videntes y no videntes están incluidos. Me parece muy interesante desarrollar esta idea apenas esbozada aquí, haciendo un contrapunto entre la referencia a Diderot (clic) realizada por Lacan en las clases del 26/2 y del 4/3 del seminario XI y la película de Jocelyn Moorehouse, "La prueba" (clic). Puede que de ello nazca algún otro capítulo de esta serie.



(5) Aludo aquí al planteo lacaniano de la condición paranoica que siempre guarda el conocimiento (¡sin que en ello deba interpretarse que Lacan patologiza el conocimiento!).
Por lo demás, que las cosas estén hechas a mi medida incluye la idea de que muchas veces necesito previamente profundizar mi entendimiento para llegar a calzar bien con ellas. Como sea: para el sujeto del conocimiento, el buen acople siempre está
en el horizonte.

(6) En las clases del 19/2 y del 4/3 de su seminario XI Lacan se meterá con la cuestión del mimetismo. Allí hay una referencia al trabajo de Roger Caillois, no hay referencias a obras de George Bataille, cuyo trabajo se vinculara con el de aquél, como "Historia del ojo" (clic) o "Lágrimas de Eros" (clic).



Los videos aquí incluidos:

* fragmento del 8vo capítulo de la primera temporada de "Los Tudors" (producción Peace Arch Entertainment)

* el video "3D": autoría de Martin Jones; fuente: Youtube



Las fotos además de las vinculadas a "Los embajadores"):

* fotograma del video citado de "Los Tudors"

* fragmento del famoso fotograma de "Un perro andaluz" de Buñuel (película de guión compartido con el mismo Dalí del
método paranoico crítico con el que dialogara Lacan en los tiempos en que recién se asomaba a Freud);

* ocelo en el ala de una "mariposa búho"

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