Sunday, October 26, 2014



SÓCRATES

(Lacan con Rossellini,
o "¿qué tendrá el petiso?")

- 1ra parte -



Seminario 8. 
Lacan dice que le llevó 10 años de seminario poder ocuparse al fin del corazón de la experiencia psicoanalítica: la transferencia
En ese seminario le llevará 12 reuniones (sumémosle los 10 años previos) modificar la concepción que Freud tuvo sobre la cuestión transferencial. 
Durante esas 12 reuniones una y otra vez Lacan intentó extraer de Sócrates "el secreto" de los efectos que producía en aquellos que lo venían a ver...
Los dejo con el film de Rossellini y un pasaje del mencionado psicoanalista.




PRIMER PASAJE COMENTADO (en la era de las terapias por Skype, algo sobre la presencia de los cuerpos)

(Lacan está hablando de lo poco problematizado que estaba por entonces entre los psicoanalistas la presencia de los cuerpos en un análisis; cuestión de gran interés 50 años después, en la era de las terapias por Skype)
"Es curioso que tengamos que pasar por la referencia socrática pa­ra ver su al­­can­­ce. En Sócrates, quiero decir ahí donde se lo hace ha­blar (al asunto de la atracción de los cuerpos), la referencia a la be­­lle­za de los cuerpos es permanente. Ella es, si po­demos decir, animadora de ese mo­­men­to de interrogación en el cual no­sotros incluso no hemos entrado todavía (la belleza tiene su papel importante en la mayéutica socrática), y don­­de inclu­so no sa­be­mos todavía cómo se reparten la función del amante y la del a­ma­­do (erastés y erómenos, serán trabajados por Lacan como dos posiciones a leer en el decir del paciente: el consultante llega en posición de erómenos, de "dígame qué tengo, doc", y con ello se pone en juego una demanda: "¿soy objeto de tu interés/amor?"... Uno de los problemas cruciales del seminario será: ¿cómo favorecer el pasaje de esa posición a la de "erastés"?... es decir a una posición donde ya no juegue el "no sé qué, pero tengo... ahora te toca a vos decirme qué", y empiece a primar la falta, "hablo sin tener dominio y acaso jamás lo tenga"). Por lo me­nos, ahí las cosas son llamadas por su nombre, lo que nos permite ha­cer a este res­pecto algunas observaciones útiles.

         Si algo en la interrogación apasionada que anima el punto de par­­tida del pro­­ce­­so dialéctico (lo cual toca un punto sensible: cómo juega la pregunta de parte del que escucha, cuestión de gran interés cuando la práctica que nos convoca, la psicoanalítica, se reduce a un "hay que preguntar", sin importar cuándo ni por qué) tiene efectivamente relación con el cuer­po (otro detalle fundamental: ¿cómo juega el cuerpo en el preguntar del analista?, más: ¿cómo pensar a estos cuerpos que hace que no sea lo mismo decir algo al otro con la intermediación de Skype que decírselo en condiciones donde no está excluido que los cuerpos se puedan tocar?), hay que decir que en el aná­­lisis, esta relación se subraya por medio de trazos cuyo valor de acento toma su pe­so de su in­­cidencia par­ti­cu­lar­mente negativa (precisamente: en la "pretendida situación analítica", otro tema crucial en este seminario, la cuestión del cuerpo, si aparece, suele surgir como un asunto que complicaría, que jugaría en contra del tratamiento)". (16/11/60) (1)


PRIMERA PARTE DE "SÓCRATES" (1971)




(1) Primera reunión del seminario en cuestión. Texto establecido por Ricardo Rodríguez Ponte 


Guillermo Cabado


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